Qué es la Ashwagandha y cómo ayuda en la diabetes

La ashwagandha es una planta medicinal originaria de la India, que se ha utilizado durante siglos en la medicina ayurvédica, para tratar diversas afecciones, como el estrés, la ansiedad, la depresión, la inflamación, el insomnio, la fatiga, el envejecimiento y la debilidad. Su nombre científico es Withania somnifera, y también se la conoce como ginseng indio, oroval o bufera.

La ashwagandha tiene propiedades adaptogénicas, es decir, que ayuda al organismo a adaptarse a situaciones de estrés físico o mental, y a mejorar la resistencia y el rendimiento. También tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, inmunomoduladoras, neuroprotectoras, antitumorales y antidiabéticas, entre otras.

La ashwagandha puede ser beneficiosa para las personas con diabetes, ya que puede ayudar a regular los niveles de glucosa en sangre, a mejorar la sensibilidad a la insulina, a prevenir o tratar las complicaciones de la diabetes, y a reducir el estrés y la ansiedad asociados a esta enfermedad.

En este artículo, te explicaré qué es la ashwagandha, cómo se relaciona con la diabetes, qué beneficios tiene, cómo se puede tomar y qué precauciones se deben tener.

 

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¿Qué es la ashwagandha y cómo se relaciona con la diabetes?

La ashwagandha es una planta perenne que pertenece a la familia de las solanáceas, como el tomate, la patata o el tabaco. Tiene hojas verdes, flores amarillas y frutos rojos. Su parte más utilizada es la raíz, que tiene un aspecto leñoso y un olor característico.

La ashwagandha contiene diversos principios activos, como los withanólidos, los alcaloides, los esteroides, los flavonoides, los taninos y los glucósidos, que le confieren sus propiedades medicinales. La ashwagandha actúa sobre diversos sistemas y órganos del cuerpo, como el sistema nervioso, el sistema endocrino, el sistema inmunológico, el sistema cardiovascular, el sistema digestivo, el sistema reproductivo y el sistema musculoesquelético.

La ashwagandha se relaciona con la diabetes, ya que la diabetes es una enfermedad que afecta al metabolismo de la glucosa, el principal combustible de las células. La glucosa se obtiene de los alimentos que contienen carbohidratos, y se almacena en el hígado y en los músculos. La insulina es la hormona que permite que la glucosa entre en las células, y que se mantenga un nivel adecuado de glucosa en sangre.

La diabetes se produce cuando el páncreas no produce suficiente insulina, o cuando el cuerpo no responde adecuadamente a la insulina, lo que provoca un aumento del nivel de glucosa en sangre, o hiperglucemia. La hiperglucemia puede causar daños en los órganos, los tejidos y los vasos sanguíneos, y provocar complicaciones como la neuropatía, la retinopatía, la nefropatía, la cardiopatía, la úlcera o la amputación.

La ashwagandha puede ayudar a prevenir o tratar la diabetes, ya que puede:

  • Reducir el nivel de glucosa en sangre, al estimular la captación de glucosa por las células, y al inhibir la producción de glucosa por el hígado.
  • Mejorar la sensibilidad a la insulina, al aumentar la expresión de los receptores de insulina en las células, y al reducir la resistencia a la insulina causada por el estrés o la inflamación.
  • Prevenir o tratar las complicaciones de la diabetes, al proteger los órganos, los tejidos y los vasos sanguíneos del daño oxidativo, al reducir la inflamación, al mejorar la circulación, al regenerar las fibras nerviosas, al prevenir la formación de cataratas, al mejorar la función renal, al acelerar la cicatrización de las heridas, y al prevenir o tratar las infecciones.
  • Reducir el estrés y la ansiedad asociados a la diabetes, al equilibrar los niveles de cortisol, la hormona del estrés, al mejorar el estado de ánimo, al inducir el sueño, al aumentar la energía, al mejorar la memoria y la concentración, y al fortalecer el sistema inmunológico.

¿Qué beneficios tiene la ashwagandha para la diabetes?

La ashwagandha tiene múltiples beneficios para la diabetes, que se han demostrado en diversos estudios científicos, tanto en animales como en humanos. Algunos de los beneficios más destacados son:

  • Efecto hipoglucemiante: la ashwagandha puede reducir el nivel de glucosa en sangre, tanto en ayunas como después de las comidas, en personas con diabetes tipo 1 o tipo 2. Un estudio realizado en la India con 60 pacientes con diabetes tipo 2, que tomaron 250 mg de extracto de ashwagandha dos veces al día durante 30 días, mostró una reducción significativa del nivel de glucosa en sangre en ayunas y después de la prueba de tolerancia a la glucosa oral, en comparación con el grupo placebo.
  • Efecto insulinotrópico: la ashwagandha puede aumentar la secreción de insulina por el páncreas, y mejorar la sensibilidad a la insulina en las células, en personas con diabetes tipo 1 o tipo 2. Un estudio realizado en la India con 30 pacientes con diabetes tipo 2, que tomaron 500 mg de extracto de ashwagandha dos veces al día durante 30 días, mostró un aumento significativo del nivel de insulina en suero y una mejora de la sensibilidad a la insulina, en comparación con el grupo placebo.
  • Efecto antioxidante: la ashwagandha puede proteger a las células del daño causado por los radicales libres, que se generan por el exceso de glucosa en sangre, y que pueden provocar complicaciones como la neuropatía, la retinopatía, la nefropatía o la cardiopatía. Un estudio realizado en la India con 40 pacientes con diabetes tipo 2, que tomaron 500 mg de extracto de ashwagandha dos veces al día durante 30 días, mostró una disminución significativa de los niveles de peróxido de hidrógeno, un marcador de estrés oxidativo, y un aumento significativo de los niveles de glutatión, una enzima antioxidante, en comparación con el grupo placebo.
  • Efecto antiinflamatorio: la ashwagandha puede reducir la inflamación, que se produce por el exceso de glucosa en sangre, y que puede contribuir a la resistencia a la insulina y a las complicaciones de la diabetes. Un estudio realizado en la India con 42 pacientes con diabetes tipo 2, que tomaron 250 mg de extracto de ashwagandha dos veces al día durante 12 semanas, mostró una reducción significativa de los niveles de proteína C reactiva, un marcador de inflamación, en comparación con el grupo placebo.
  • Efecto adaptogénico: la ashwagandha puede ayudar a adaptarse al estrés físico o mental, que puede afectar al nivel de glucosa en sangre, al aumentar o disminuir la producción de glucosa o de insulina. Un estudio realizado en la India con 64 personas con estrés crónico, que tomaron 300 mg de extracto de ashwagandha dos veces al día durante 60 días, mostró una reducción significativa de los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y una mejora de la calidad de vida, en comparación con el grupo placebo.

¿Cómo se puede tomar la ashwagandha para la diabetes?

La ashwagandha se puede tomar de diferentes formas, según la presentación y la preferencia de cada persona. Algunas de las formas más comunes son:

  • Cápsulas o comprimidos: son la forma más fácil y cómoda de tomar la ashwagandha, ya que contienen una dosis estandarizada de extracto. La dosis recomendada suele ser de 300 a 500 mg al día, repartidos en dos tomas, una por la mañana y otra por la noche, antes o después de las comidas. Se pueden encontrar cápsulas o comprimidos de ashwagandha en herbolarios, farmacias o tiendas online, y se deben seguir las indicaciones del fabricante o del médico sobre la cantidad y la duración del tratamiento.
  • Polvo: es la forma más tradicional y natural de tomar la ashwagandha, ya que se obtiene de la raíz seca y molida de la planta. El polvo se puede mezclar con agua, leche, miel, yogur o zumo, y se puede tomar una o dos veces al día, según la dosis y la finalidad. La dosis recomendada suele ser de 3 a 6 gramos al día, repartidos en dos tomas, una por la mañana y otra por la noche, antes o después de las comidas. Se puede encontrar polvo de ashwagandha en herbolarios, farmacias o tiendas online, y se debe conservar en un lugar fresco y seco, alejado de la luz y la humedad.
  • : es otra forma de tomar la ashwagandha, ya que se puede preparar una infusión con el polvo o con la raíz seca y troceada de la planta. El té se puede tomar una o dos veces al día, según la dosis y la finalidad. La dosis recomendada suele ser de 1 a 2 cucharaditas de polvo o de 5 a 10 gramos de raíz por taza de agua, que se debe hervir durante 10 a 15 minutos, y dejar reposar otros 10 minutos. Se puede endulzar el té con miel, azúcar o edulcorante, y se puede añadir canela, jengibre o cardamomo, para mejorar el sabor y potenciar los efectos. Se puede encontrar polvo o raíz de ashwagandha en herbolarios, farmacias o tiendas online, y se debe conservar en un lugar fresco y seco, alejado de la luz y la humedad.
  • Extracto líquido: es una forma concentrada de tomar la ashwagandha, ya que se obtiene de la extracción de los principios activos de la planta con alcohol o agua. El extracto líquido se puede tomar directamente o diluido en agua, leche, miel, yogur o zumo, y se puede tomar una o dos veces al día, según la dosis y la finalidad. La dosis recomendada suele ser de 10 a 20 gotas al día, repartidas en dos tomas, una por la mañana y otra por la noche, antes o después de las comidas. Se puede encontrar extracto líquido de ashwagandha en herbolarios, farmacias o tiendas online, y se debe conservar en un lugar fresco y seco, alejado de la luz y la humedad.

 

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¿Qué precauciones se deben tener al tomar la ashwagandha para la diabetes?

La ashwagandha es una planta segura y bien tolerada, que se puede tomar para la diabetes, siempre que se sigan las indicaciones del médico o del nutricionista, y se respeten las dosis y la duración del tratamiento. Sin embargo, la ashwagandha puede tener algunas contraindicaciones, efectos secundarios e interacciones, que se deben tener en cuenta antes de tomarla. Algunas de las precauciones que se deben tener al tomar la ashwagandha para la diabetes son:

Contraindicaciones: la ashwagandha está contraindicada en algunas situaciones, como el embarazo, la lactancia, la alergia a la planta o a otras plantas de la familia de las solanáceas, el hipertiroidismo, el lupus, la artritis reumatoide, la esclerosis múltiple o la enfermedad de Addison. En estos casos, se debe evitar el consumo de ashwagandha, ya que puede causar efectos adversos o agravar la condición.

Efectos secundarios: la ashwagandha puede causar algunos efectos secundarios, como náuseas, vómitos, diarrea, dolor de estómago, somnolencia, sedación, hipotensión, bradicardia, hipoglucemia o hipertiroidismo. Estos efectos suelen ser leves y transitorios, y se pueden evitar o reducir ajustando la dosis o el momento de la toma. Si los efectos son graves o persistentes, se debe suspender el consumo de ashwagandha, y consultar con el médico.

Interacciones: la ashwagandha puede interactuar con algunos medicamentos, como los antidiabéticos, los anticoagulantes, los antihipertensivos, los antidepresivos, los sedantes, los ansiolíticos, los anticonvulsivantes, los antitiroideos, los inmunosupresores o los antiinflamatorios. Estas interacciones pueden potenciar o inhibir los efectos de los medicamentos, y causar efectos indeseados o peligrosos. Por eso, se debe informar al médico o al nutricionista sobre el uso de la ashwagandha, y seguir sus recomendaciones sobre la dosis, la duración y la compatibilidad del tratamiento.

Elaboró: Laura Eugenia Martínez Zertuche

Lic. en Nutrición Aplicada y Educadora en Diabetes.

Referencias:

  • Ashwaghanda. MedlinePlus. www.msdmanuals.com
  • Ashwaghanda. Manual MSD. www.medlineplus.gov/spanish
  • Intolerancia a la glucosa. Universidad Complutense de Madrid. www.ucm.es