Moringa: ¿Qué es y para qué sirve?

Moringa oleifera pertenece a la familia Moringaceae, y es uno de las más conocidas entre aproximadamente 13 diferentes especies. Universalmente, se le considera como la planta maravillosa”.

¿Qué es la Moringa?

La Moringa es una planta multifuncional con amplia aplicación en alimentos, medicina, tratamiento de aguas residuales / aguas contaminadas y biocombustibles.

Entre los jóvenes y los bebés, la hoja de Moringa se había utilizado principalmente como una fuente de alimento para combatir la desnutrición para niños menores de 3 año. Se observó un aumento en la ganancia de peso y una rápida recuperación en niños desnutridos después de seis meses cuando se introdujeron 10 g de polvo de hoja de Moringa en su dieta diaria.

Hidratación en personas con Diabetes

¿Cuáles son los beneficios de la Moringa?

La Moringa proporciona varias veces más vitamina A (10 veces) que las zanahorias, vitamina C (7 veces) que las naranjas, calcio (17 veces) que la leche, proteínas (9 veces) que el yogur, potasio (15 veces) en comparación con los plátanos y más hierro (25 veces) en relación con la espinaca. Además, aporta antioxidantes como flavonoides, fenólicos, ácido ascórbico y carotenoides.

¿Qué beneficios tiene la moringa para los diabéticos?

La moringa tiene varios beneficios para las personas con diabetes, como:

  • Controlar la glucosa en sangre. La moringa puede reducir el nivel de glucosa en sangre, al estimular la secreción y la sensibilidad a la insulina, y al mejorar el metabolismo de los carbohidratos. Así, la moringa puede prevenir o tratar la hiperglucemia, que es el exceso de glucosa en sangre, y sus complicaciones, como la cetoacidosis, la hipoglucemia, la neuropatía, la retinopatía o la nefropatía.
  • Controlar el peso. La moringa puede reducir el peso corporal, al aportar fibra, que aumenta la sensación de saciedad y reduce el apetito, y al inhibir la absorción y la síntesis de grasas. Así, la moringa puede prevenir o tratar el sobrepeso y la obesidad, que son factores de riesgo para la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
  • Controlar el colesterol y los triglicéridos. La moringa puede reducir el nivel de colesterol y triglicéridos en sangre, al inhibir la absorción y la síntesis de estas grasas, y al aumentar su eliminación. Así, la moringa puede prevenir o tratar la hipercolesterolemia y la hipertrigliceridemia, que son factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, como el infarto, el ictus o la angina de pecho.
  • Controlar la presión arterial. La moringa puede reducir el nivel de presión arterial, al relajar los vasos sanguíneos y facilitar el flujo de la sangre. Así, la moringa puede prevenir o tratar la hipertensión, que es otro factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, y que puede dañar los órganos vitales, como el corazón, el cerebro, los riñones o los ojos.
  • Fortalecer el sistema inmunológico. La moringa puede fortalecer el sistema inmunológico, al estimular la producción y la actividad de las células defensivas, y al prevenir o combatir las infecciones. Así, la moringa puede mejorar la resistencia del organismo a las enfermedades, y evitar las complicaciones infecciosas que pueden afectar a las personas con diabetes, como las infecciones de la piel, las infecciones urinarias, las infecciones respiratorias o las infecciones fúngicas.
  • Proteger las células del estrés oxidativo. La moringa puede proteger las células del estrés oxidativo, al neutralizar los radicales libres y prevenir el daño celular y el envejecimiento.

Importancia nutricional de la Moringa

La Moringa proporciona una nutrición adecuada debido a una variedad de fitoquímicos vitales ubicados en hojas, semillas y vainas.

  • Hojas: Excelente fuente de proteínas y aminoácidos esenciales. La calidad de proteína es excepcionalmente alta, proporciona aproximadamente el 43% de los aminoácidos esenciales (lisina, triptófano, metionina y cistina), y tanto la harina de semillas como de hojas tienen un alto contenido de valina y leucina, además tiene un aporte muy bajo de calorías.
  • Vainas: Proteínas aprox. 30% en las vainas maduras y las flores, y aprox. el 13% en los tallos. Las vainas inmaduras contienen además buenas cantidades de ácido oleico, linoleico, linolénico y palmítico.
  • Flores: Proteínas 5,15% (hasta 31%), grasas 3,10%, fibra dietética 14,12%. Ricas en magnesio (154,32 mg /100 g), calcio, potasio, sacarosa, D-glucosa, aminoácidos (9 AA), pigmentos flavonoides, alcaloides y sustancias cerosas, y ácido oleico, linoleico, linolénico y palmítico.
  • Semillas: Proteína bruta 25,97–35,37 %, fibra bruta 4,87–7,54%, grasa 43,56% y contenido de cenizas 3,64 a 5,22%. Calcio 76,85–83,75 mg / 100 g, Magnesio 251–260 mg / 100 g y hierro 13,67 mg / 100 g. Aceite desde el 19% al 47%. Fuente rica en ácidos grasos poliinsaturados (PUFA), aprox. 76%. Ácidos grasos monoinsaturados (MUFA) 68% -80% en semillas de Moringa, y representa una Magnífica fuente de ácido oleico que lo convierte en un sustituto adecuado del aceite de oliva.
  • Fruto: Al ser más rico en proteínas, fibra y minerales, M. oleifera puede contribuir significativamente a la nutrición humana.

¿Qué contiene la Moringa?

La planta también puede contener algunos componentes anti-nutrientes. Algunos de los factores como saponinas, fitatos, oxalatos, taninos, etc., qué están presentes en baja cantidades sin llegar a ser tóxicas, pero cuando se consumen en grandes cantidades, pueden dificultar la absorción de ciertos nutrientes como el hierro, calcio, magnesio, etc.

Se han estudiado ampliamente las diferentes partes de Moringa, como hojas, tallos y semillas, y se sugirió que se puede usar como una fuente complementaria en la nutrición. Sin embargo, la información es insuficiente para la composición nutricional exacta de las vainas, raíces, flores y frutos, que podrían ser de interés terapéutico también.

Además, diferentes investigaciones sugirieron que la utilización de moringa se considera segura y puede ser utilizada como una fuente potencial para la nutrición y el desarrollo de productos para el cuidado de la salud. Aun así, se necesitan extensos estudios toxicológicos.

Es importante que antes de comenzar a integrar este alimento o productos a tu rutina, lo platiques con tu médico y/o nutriólogo para que te pueda asesorar mejor.

¿Cómo se puede consumir la moringa?

La moringa se puede consumir de diferentes formas, según la parte de la planta que se utilice y el modo de preparación. Algunas de las formas más comunes son:

  • Las hojas de moringa. Se pueden consumir frescas o secas, y se pueden añadir a ensaladas, sopas, guisos, salsas, batidos o infusiones. Las hojas de moringa tienen un sabor ligeramente amargo, por lo que se recomienda combinarlas con otros ingredientes que le den sabor y color. Las hojas de moringa son la parte más nutritiva de la planta, y contienen más proteínas, calcio, hierro, vitamina A y vitamina C que otros alimentos vegetales.
  • Las flores de moringa. Se pueden consumir frescas o secas, y se pueden añadir a ensaladas, sopas, guisos, salsas, batidos o infusiones. Las flores de moringa tienen un sabor dulce y aromático, y contienen más potasio, calcio, fósforo y vitamina C que otras flores comestibles.
  • Las semillas de moringa. Se pueden consumir crudas, tostadas, germinadas o molidas, y se pueden añadir a ensaladas, sopas, guisos, salsas, batidos o infusiones. Las semillas de moringa tienen un sabor a nuez, y contienen más proteínas, grasas, fibra, magnesio, zinc y vitamina E que otras semillas oleaginosas.
  • Las vainas de moringa. Se pueden consumir frescas o secas, y se pueden cocinar como verduras, legumbres o frutos secos. Las vainas de moringa tienen un sabor similar al de los espárragos, y contienen más fibra, potasio, hierro y vitamina C que otras vainas comestibles.
  • La corteza de moringa. Se puede consumir en polvo, y se puede añadir a sopas, guisos, salsas, batidos o infusiones. La corteza de moringa tiene un sabor amargo, y contiene más calcio, cobre y selenio que otras cortezas comestibles.
  • La raíz de moringa. Se puede consumir en polvo, y se puede añadir a sopas, guisos, salsas, batidos o infusiones. La raíz de moringa tiene un sabor picante, y contiene más sodio, yodo y vitamina B que otras raíces comestibles.

La cantidad recomendada de moringa para las personas con diabetes es de entre 5 y 10 gramos al día, repartidos en varias tomas. Se puede empezar con una dosis baja, e ir aumentando progresivamente, según la tolerancia y los efectos.

Se recomienda consultar con el médico o el nutricionista antes de consumir moringa, y ajustar la medicación o la dieta si es necesario.

Colaciones saludables para diabéticos

¿Qué precauciones se deben tener al consumir moringa?

La moringa es una planta segura y bien tolerada, pero puede tener algunas contraindicaciones o efectos secundarios, como:

  • Interacciones con medicamentos. La moringa puede potenciar o inhibir el efecto de algunos medicamentos, como los antidiabéticos, los antihipertensivos, los anticoagulantes, los antiinflamatorios o los antibióticos. Por eso, se debe consultar con el médico antes de consumir moringa, y evitar su consumo si se está tomando alguno de estos medicamentos, o seguir las indicaciones del médico al respecto.
  • Alergias o intolerancias. La moringa puede causar reacciones alérgicas o intolerancias en algunas personas, como erupciones, picor, hinchazón, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, diarrea o gases. Por eso, se debe evitar el consumo de moringa si se tiene alergia o intolerancia a esta planta, o a otras plantas de la misma familia, como la mostaza, el rábano o el brócoli, o seguir las indicaciones del médico al respecto.
  • Embarazo o lactancia. La moringa puede tener efectos abortivos o uterotónicos, es decir, que puede provocar contracciones uterinas o abortos espontáneos. También puede tener efectos galactogogos, es decir, que puede aumentar la producción de leche materna. Por eso, se debe evitar el consumo de moringa si se está embarazada o lactando, o seguir las indicaciones del médico al respecto.
  • Niños o ancianos. La moringa puede tener efectos laxantes o diuréticos, es decir, que puede provocar pérdida de líquidos o electrolitos. También puede tener efectos hipoglucemiantes o hipotensivos, es decir, que puede bajar el nivel de glucosa o de presión arterial. Por eso, se debe evitar el consumo de moringa si se es niño o anciano, o seguir las indicaciones del médico al respecto.

 

Elaboró: Nafith Reza Torres

Lic. en Nutrición y Educador en Diabetes

 

 

 

REFERENCIAS:

Arora, S. y Arora, S. ( 2021 ). Importancia nutricional y potencial terapéutico de Moringa oleifera : La planta maravillosa . Revista de bioquímica alimentaria , 45 , e13933. https://doi.org/10.1111/jfbc.13933